El hecho de que las conexiones a Internet sean cada vez más rápidas y de que las unidades de disco duro ofrezcan mayores capacidades hace que el mercado de las utilidades de compresión esté saturado. 7-Zip sigue teniendo su sitio, pero destaca entre los demás por pocas de sus características, siendo la más importante su precio.

Bien es cierto que el funcionamiento del software presenta pocas quejas: es fiable, no provoca problemas de rendimiento y tampoco se bloquea. Además, es capaz de trabajar con una amplia variedad de formatos, incluidos algunos de los que se emplean en el sistema operativo Linux, por lo que se presenta como una utilidad muy práctica para aquellos que utilicen ambos sistemas operativos en el mismo equipo.

El principal punto fuerte de la aplicación es el formato personalizado 7z, que promete crear archivos con un tamaño un 40 % inferior al que se logra con las técnicas de compresión más comunes. En la práctica, los archivos comprimidos que genera son realmente más pequeños, a pesar de que el porcentaje es muy variable y depende principalmente del archivo en cuestión.

El programa es muy rápido a la hora de comprimir los archivos: en un equipo con Windows 7 y una potencia aceptable es capaz de procesar aproximadamente 180 megabytes en tan solo un minuto. Sin embargo, no alcanza las velocidades ofrecidas por otras aplicaciones de compresión.